¿Qué tienen en común un oso panda, un conejo y un ratón? Pues que esos animales fueron elegidos por los alumnos de segundo de la ESO del instituto Castro Alobre (Vilagarcía) para customizar los robots con los que participaron en un concurso organizado por la Universidad de Vigo. Estos animales, de piel de goma eva y estructura robótica, participaron el pasado viernes en dos duras pruebas en las cuales tuvieron que tumbar unas latas de refresco vacías, primero, y seguir un camino prefijado sin salirse de la raya marcada en el suelo, después. Solo el conejo presentado por el equipo Halcones 3.0 consiguió colarse en la final. Eso sí, el oso panda diseñado por The Bugs logró hacerse con el premio al robot más creativo.
Aunque los premios, en este caso, son lo de menos. Al menos, así lo cuenta Susana Oubiña, la profesora de Programación. Ella ha sido la responsable de embarcar a doce alumnos de segundo de la ESO, y a otros doce de Bachillerato, en una aventura que tardarán en olvidar. Porque en esa singladura han aprendido muchas cosas. Lo resume en una sola frase Diego, uno de los miembros del equipo Los Jerry, así llamado en homenaje al veloz ratón que huía de las garras del gato Tom. «Hemos aprendido compañerismo», dice. Y un murmullo sigue a su afirmación. «Tienes que llevarte bien con tus compañeros, hablar con ellos, para que el programa esté bien hecho. Si cada uno hace lo que le da la gana, al final es un caos», razonan los chavales, tomándole la delantera a muchos adultos.
Rosa Estévez
vilagarcía / la voz 06/05/2017 09:41
- Inicie sesión o registrese para enviar comentarios